Los niños han pasado mucho tiempo al aire libre y disfrutan del descanso escolar, el ejercicio y el juego. Muchos padres se preocupan por aplicar protector solar para proteger la piel, pero la protección de los ojos es un poco contradictoria.
¿Pueden los niños usar gafas de sol? ¿Cuál es su edad adecuada? Es necesario responder si esto afectará el desarrollo visual y la prevención y el control de la miopía. Este artículo responderá a las inquietudes de los padres mediante preguntas y respuestas.
En comparación con los adultos, los cristales corneales de los niños son más claros y transparentes. Si no se protegen bien del sol, es probable que se dañe el epitelio corneal del niño. Además, causa daño a la retina, afecta el desarrollo de la visión e incluso oculta peligros de enfermedades oculares como las cataratas.La OMS estima que el 80 % de los rayos ultravioleta se acumulan antes de los 18 años [1], y también recomienda que los niños lleven gafas de sol con protección UVA+UVB del 99 % al 100 % cuando realicen actividades al aire libre. Deben guardarse siempre en un lugar fresco [2].
La Academia Americana de Pediatría (AAP) recomienda que los bebés menores de seis meses eviten la luz solar directa. Lleve a su bebé a la sombra de un árbol, bajo una sombrilla o en el cochecito. Póngale ropa ligera que le cubra brazos y piernas, y cúbrale el cuello con un sombrero para evitar quemaduras solares. A partir de los seis meses, usar protección ultravioleta es una buena manera de proteger sus ojos.
Por ejemplo, cuando el sol está más fuerte, entre las 12 del mediodía y las 2 de la tarde, los niños pequeños deben reducir sus salidas. Si quieren salir, procuren usar un sombrero de ala ancha que les dé sombra para que la luz solar no les dé directamente en los ojos. Para los niños mayores de seis meses, pueden optar por usar gafas de sol con protección ultravioleta [3].
Considerando 4 factores, seleccione.
El nivel de luz medido por las gafas de sol es entre 11 y 43 veces superior al del ambiente interior. Este nivel de luz también tiene efectos potenciales en la prevención y el control de la miopía.
Las actividades al aire libre, como uno de los medios de prevención y control de la miopía, han confirmado que realizar actividades al aire libre de al menos 2 a 3 horas al día puede retrasar eficazmente el avance de la miopía.
Sin embargo, no hay que ignorar que los ojos de los niños también son vulnerables a los daños causados por la radiación ultravioleta. Entre la salud ocular y la prevención y el control de la miopía, se necesita un equilibrio, no la búsqueda de extremos.
Esto está respaldado por los resultados de la literatura. Incluso con gafas de sol, sombrero o en un lugar fresco, el nivel de luz en exteriores es mucho mayor que en interiores. Se debe animar a los niños a que se diviertan al aire libre, tomando medidas de protección solar para prevenir la miopía [5].
Hora de publicación: 23 de junio de 2023